Los gatos son curiosos por naturaleza y no temen a las alturas, pero no pueden volar, por lo que los casos de mascotas que caen por las ventanas no son noticia.
En verano, a las mascotas les esperan muchos peligros en su casa, y el principal es una ventana abierta.
El instinto puede gastarle una broma cruel a un gato. El animal no teme a las alturas y sigue siendo cazador, incluso si vive en un apartamento.
Puede dormir tranquilamente en el alféizar de una ventana abierta, pero si pasa volando un pájaro o incluso una mosca, es posible que el gato no piense en las consecuencias.
Además, el animal puede asustarse ante un sonido fuerte y agudo o una fuerte ráfaga de viento. Una corriente de aire también puede hacer que una ventana se cierre de golpe.
No debes confiar en el mosquitero para proteger a tu mascota de caídas.
Existe otro peligro que puede, si no matar, herir a su mascota. Estas son ventanas que se dejan en modo de ventilación.
Hay casos frecuentes en los que la cabeza de una mascota queda atrapada entre la hoja ligeramente abierta de una ventana.
El animal prácticamente no tiene posibilidades de salir solo de esa trampa.
Seguramente el gato comenzará a entrar en pánico, lo que no hará más que complicar su situación.
Anteriormente hablamos de si los gatos se pueden ofender .