Almacenar comida seca para gatos no es una tarea tan difícil, pero tiene sus matices.
Primero, recordemos la vida útil de los alimentos secos: si se envasan en un paquete sellado, pueden durar entre 1 y 1,5 años.
Es cierto que un almacenamiento demasiado prolongado puede provocar tanto la formación de moho, que es un signo evidente de deterioro, como una pérdida no tan evidente de sabor y aroma; esto sólo lo pueden sentir sus "usuarios", es decir, los gatos.
Por tanto, si no quieres causar molestias a tu mascota, intenta comprar pienso seco no a granel, sino en paquetes sellados.
Los gránulos se colocan en ellos en condiciones especiales, “bajo atmósfera controlada”. Los fabricantes eliminan el oxígeno del envase, evitando así la oxidación de las grasas, lo que, por supuesto, tiene un efecto positivo en la palatabilidad de los alimentos secos.
Después de abrir el paquete, los alimentos secos se deben verter inmediatamente en recipientes sellados y almacenar en un lugar oscuro y seco con una temperatura que no supere los 20 grados.
La luz del sol y la humedad degradan el sabor de los alimentos y también contribuyen a la formación de moho.
Al comprar una nueva porción de comida, no debe mezclarla con la anterior; es mejor primero alimentar completamente al gato con la comida anterior, luego lavar y secar bien el recipiente, y solo luego agregar una nueva porción.
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