Algunas acciones humanas provocan un estrés grave en el ronroneo.
Y no estamos hablando sólo de castigos físicos y gritos.
Hay acciones cuyo peligro es menos evidente.
Mucha gente está segura: estas acciones son “inofensivas” y no pueden causar ningún daño al peludo.
De hecho, el animal se asusta mucho, experimenta graves molestias y comienza a preocuparse.
Entonces, ¿qué no deberías hacer nunca con tu amigo peludo de cuatro patas?
abrazos y besos
El primer punto puede sorprender enormemente a muchos amantes de los gatos.
“¿Cómo es posible que mostrarle amor a una mascota le cause tanto estrés?” - probablemente pensarán algunos.
Pero hay una respuesta sencilla: los gatos perciben los abrazos y besos de los humanos como un intento de violar los límites personales y limitar la libertad de movimiento.
Por tanto, rechace tal “ternura”. Especialmente en esos momentos en los que el gato no está preparado para ellos.
conversaciones ruidosas
Ya mencionamos anteriormente que a los gatos no les gusta gritar.
Resulta que la situación es aún más grave. Los ronroneos también odian las conversaciones en voz alta.
Si hay un gato viviendo en el apartamento, intenta levantar la voz lo menos posible: habla en voz baja y tranquila.
Cierra el gato en la habitación.
Parecería que ¿qué hay de malo en encerrar a un gato en el dormitorio o en el baño? ¿No tiene el animal suficiente espacio en estas habitaciones?
Pero no se trata tanto de esto sino de la pérdida de libertad de movimiento. Esta situación provoca un gran estrés en la mascota, que intenta controlar todo el territorio del apartamento.
Deja a tu mascota en paz
Los gatos no toleran largos períodos de soledad, aunque estos animales parecen independientes.
Bajo ninguna circunstancia dejes a tu peludo solo en el apartamento durante varios días: tu mascota puede desarrollar problemas de salud.
Recoger por la nuca
La inelasticidad de la piel del gato y la falta de apoyo provocan en el animal un miedo intenso, además de dolor.
Por lo tanto, abandone el peligroso hábito de coger su ronroneo por el cuello.
Anteriormente te explicamos por qué no debes impedir que tu gato arañe la alfombra y los muebles.