Lo primero que debes hacer una vez que el cachorro llega a casa es mostrarle que tiene su propio lugar donde tumbarse, relajarse, dormir y jugar.
Para ello, por supuesto, deberá adquirir una tumbona.
El principal error que cometen los criadores inexpertos es seleccionar un modelo que se adapta mejor a su interior que otros.
Por supuesto, esto no es necesario: al comprar una cama, preste atención a la raza, el temperamento y, sobre todo, la edad de la mascota.
Esté preparado para el hecho de que este artículo es un artículo consumible y tendrá que ser reemplazado en unos meses, ya que los bebés aún no pueden controlar al 100% su cuerpo, por lo que existe un alto riesgo de que aparezca un charco en la tumbona. Y una gran cantidad de juguetes y golosinas no garantiza que los dientes de su mascota no dañen una cama o un colchón.
Si el perro es de raza pequeña, puedes comprarle una cama para que le dure al menos un año.
La mejor opción sería un modelo que tenga una almohada o funda extraíble.
La tela con la que está hecha la tumbona debe ser densa y lavable, pero los modelos de percal o algodón, aunque más baratos, lamentablemente duran poco.
Anteriormente te contamos cuánto dura la etapa de cachorro .