Se cree que de todos los animales domésticos, sólo los gatos le temen al agua. Los perros no solo no le temen al agua ni a la lluvia, sino que también se bañan con placer y disfrutan de los procedimientos acuáticos.
Pero eso es lo que piensa la gente. Resulta que algunas razas de perros pueden incluso negarse a salir a caminar si afuera está lloviendo.
La razón, según los investigadores, no es un sistema inmunológico débil ni el miedo del perro a enfermarse en tiempo húmedo.
El hecho es que la lluvia no tiene el mejor efecto en la visión, el oído y el olfato de su mascota.
En primer lugar, esto se aplica a las razas con oído sensible, es decir, aquellos perros que son capaces de detectar ultrasonidos.
Para ellos, el sonido de la lluvia puede parecer fuerte e incluso molesto.
En segundo lugar, debido a las peculiaridades de la visión de los perros, en tiempo nublado y durante la lluvia les resulta más difícil controlar la situación. Se cree que no ven con tanta claridad los objetos y la imagen en su conjunto.
En tercer lugar, cuando llueve, los perros se vuelven especialmente susceptibles a los olores, de los cuales hay muchos más en la calle de los que el olfato humano puede percibir y distinguir.
Por lo tanto, el perro puede mostrarse reacio a caminar bajo la lluvia, si es que quiere salir de casa.
Pero hay que recordar que las mascotas no temen tanto al agua como a las molestias que surgen.
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