Los castigos son un aspecto importante en la crianza de mascotas.
Es poco probable que un amigo de cuatro patas se vuelva obediente si el dueño ignora los trucos de su mascota.
Sin embargo, el perro debe ser castigado de forma correcta y oportuna.
De lo contrario, algunos castigos serán ineficaces, mientras que otros conducirán a problemas aún mayores.
Entonces, ¿qué errores cometen muchos propietarios inexpertos?
Castigar a un perro que se acercó a su dueño
Algunas personas actúan así: llaman al perro y lo castigan inmediatamente.
Parecería que todo es lógico. Pero... esto es un grave error.
No puedes llamar a tu mascota para castigarla. Violar la regla puede provocar que el perro tenga miedo de acercarse a su dueño y deje de responder a su nombre. Será muy difícil corregir la situación.
Posponer el castigo
Algunos dueños piensan así: "El perro se está portando mal, pero ahora no es conveniente castigarlo, lo haré más tarde".
Sin embargo, este enfoque es inaceptable. El perro debe ser castigado inmediata y directamente “en la escena del crimen”.
De lo contrario, el animal simplemente no entenderá por qué lo castigan: la educación será ineficaz y la mascota puede volverse más agresiva.
golpea al perro
La presión física sobre un perro es una acción incorrecta y peligrosa.
Quizás sea eficaz, pero a un coste enorme: su amigo de cuatro patas se asustará o se enojará mucho.
A veces basta con regañar a la mascota infractora. Puedes privarlo de algo sabroso una vez. Como último recurso, se puede presionar ligera y brevemente al animal contra el suelo. Pero nunca debes golpear a un perro bajo ninguna circunstancia.
Anteriormente te contamos qué alimentos y por qué no debes darle a tu perro.