La transición debe ser gradual si deseas cambiar la alimentación de tu mascota. Con una transición suave será más fácil para el cuerpo del animal.
Si ignora esta regla, existe el riesgo de que el gato o el perro simplemente dejen de comer.
Durante los dos primeros días, las porciones deben estar compuestas por un 75% de comida vieja y un 25% de comida nueva. Luego, la cantidad de alimento nuevo debe aumentarse primero al 50%, luego al 75% y al 100%.
La transición debería durar aproximadamente una semana. Es necesario mezclar gradualmente el alimento nuevo con el anterior. Si el animal tiene alergias o problemas gastrointestinales, el proceso puede tardar más. En este caso, es mejor consultar a un veterinario.
Se debe seguir el mismo esquema si se desea cambiar completamente al animal a alimentos naturales. Pero en este caso hay que tener en cuenta que la nueva alimentación de la mascota sea equilibrada y saludable.
Al cambiar a un nuevo tipo de alimento, es importante controlar el estado del animal.
Si ha desaparecido el apetito, han aparecido vómitos o se observa algún cambio en el aspecto (inflamación, caída del cabello), conviene reconsiderar su dieta.
Con la reacción individual del cuerpo, es necesaria una transición más suave. No se puede prescindir de una consulta personal con un médico, cuando se tienen en cuenta todas las características del estado del gato o del perro.
Anteriormente te contamos cómo enseñarle a tu mascota a cepillarse los dientes.