No creas que sólo los humanos son susceptibles a esta condición.
Las mascotas también pueden sufrir estrés.
Aun así, los gatos son criaturas sensibles.
Pero, ¿cómo puedes saber si tu amigo peludo tiene problemas?
Aquí debes prestar más atención al comportamiento del gato.
Las señales características del cuerpo del animal le ayudarán a reconocer el estrés.
Lamido intenso y constante del pelaje, caída del cabello y otros problemas de apariencia.
El animal también puede dejar de comer y dormir.
En este caso, el gato puede empezar a silbar o maullar fuerte y frecuentemente.
Además, los síntomas incluyen el hecho de que el animal se vuelve demasiado agresivo o pasivo, come en exceso, tiene miedo de quedarse en casa sin una persona o trata constantemente de esconderse.
En tales casos, es necesario identificar las causas del problema e intentar solucionarlas.
Las razones pueden ser muy diferentes: nuevas mascotas en la casa, un niño pequeño, condiciones incómodas para comer y dormir, sonidos fuertes y ásperos frecuentes, enfermedades, etc.
Anteriormente te contamos qué y por qué no debes alimentar a tu gato.