Quizás el problema más común al que se enfrenta un nuevo dueño de hámster es que la mascota se haya escapado.
Hoy te contamos qué hay que hacer para evitar que el animal se escape.
Tan pronto como lleves a tu hámster a casa, debes transferirlo inmediatamente de su frágil transportador a una jaula resistente con una bandeja hecha de un material duradero, como plástico o metal de calidad, y con puertas que cierren herméticamente.
Los barrotes de la jaula deben estar lo suficientemente cerca unos de otros para que la mascota no pueda meter la cabeza entre ellos.
Para los hámsteres adultos de Djungarian, la distancia no debe exceder los 0,8 cm, para los hámsteres sirios, no más de 1,2 cm.
También debes prestar atención a que no queden grandes espacios entre los barrotes y la bandeja de la jaula, así como entre la puerta y la rejilla (que se encuentra a menudo en jaulas baratas).
Compartimos un pequeño truco que te ayudará a elegir una jaula adecuada: al elegir una casa para tu hámster, considera el tamaño de su cabeza.
En los animales excavadores, el cráneo no puede aplanarse como el esqueleto, por lo que si la cabeza pasa por el agujero, entonces el cuerpo puede pasar.
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