Muchas personas tienen la costumbre de interrumpir el paseo con el perro para ir a la tienda.
Está claro que no puedes entrar al edificio con tu amigo de cuatro patas. Por lo tanto, tienes que dejar a tu mascota atada en la entrada.
¿Pero es posible hacer esto? Respondamos de inmediato: no.
Ignorar la recomendación puede tener varias consecuencias desagradables a la vez.
¿Qué podría pasar?
Un hombre que ata a su perro fuera de una tienda corre un grave riesgo.
¿Dónde está la garantía de que los niños maleducados que empiezan a molestar al perro o incluso a golpearlo no le prestarán atención? A veces incluso algunos adultos presentan este comportamiento.
Los animales callejeros que pasan por allí también pueden actuar como enemigos para tu amigo de cuatro patas. Un perro doméstico atado obviamente estará en una posición vulnerable.
También es posible la situación contraria: el propio perro, que el dueño ha dejado durante algún tiempo, puede comenzar a mostrar un comportamiento agresivo.
Por lo tanto, nunca ates a tu perro a la entrada de una tienda.
¿Qué debe hacer el propietario?
Resulta que no se puede atar a un perro y tampoco se puede entrar con él a una tienda. ¿Qué hacer?
La respuesta es sencilla: nunca combine pasear a su perro con visitas a establecimientos comerciales.
Sí, este enfoque no ahorra tiempo. Pero ayuda a proteger al animal.
Anteriormente, a los dueños de perros se les decía qué hacer si el animal no terminaba su comida.