Una vez que aparece un gato en la casa, la mascota se convierte en objeto de atención de todos los miembros de la familia.
Los expertos aconsejan darle tiempo al animal para que se acostumbre y entre en razón. El estrés no es beneficioso y entonces la adaptación a un nuevo lugar puede llevar más tiempo.
Te contamos qué no hacer los primeros días después de la aparición de un gato en casa.
Bañar a un gato
El punto es controvertido, porque si un animal entró a la casa desde la calle y hay signos de presencia de parásitos, entonces no se puede evitar el tratamiento. En otros casos, puedes esperar unos días con procedimientos de agua.
Para la mayoría de los gatos, especialmente los gatos adultos, bañarse es una sobrecarga emocional.
Regañar y castigar
Es completamente natural que el animal se acostumbre al principio a la bandeja y deje productos de desecho donde sea necesario. No debes regañar ni castigar a tu gato por esto.
Lo mismo se aplica a los intentos de dañar muebles, alfombras, papel pintado y otros bienes. Es mejor tener un rascador y sprays repelentes.
Niños
Los niños pequeños, en sus intentos de acariciar y sentir lástima por el animal, pueden causarle dolor, asustarlo y provocarle un tic nervioso.
Una mascota asustada se esconderá, temerosa de los gritos, las acciones repentinas y todo lo incomprensible; no la dejes sola.
durmiendo en la cama
No es necesario llevar al animal a dormir sobre tu almohada o en tu cama.
Se acostumbran muy rápidamente a las cosas buenas y, por lo tanto, es mejor dejar claro de inmediato dónde está el lugar de quién en la casa.
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