Algunos dueños de gatos tienen que lidiar con la situación en la que sus amigos ronroneantes intentan ocupar un lugar en su propia cama.
Los gatos hacen esto por diversas razones: buscando calidez, seguridad o territorio. Pero no a todos los dueños les gusta dormir junto a su gato, entonces, ¿cómo puedes hacer que tu gato deje este hábito?
Sugerir una alternativa
La primera y más sencilla forma es proporcionarle a tu gato un lugar diferente para dormir que le guste tanto como tu cama.
Podría ser una casa especial, una canasta, una almohada o una manta con tu aroma.
Lo principal es que este lugar es cálido, acogedor y está ubicado en un rincón tranquilo de la habitación. Puedes recompensar a tu gato por dormir allí dándole golosinas, juguetes o cariño.
Establecer las reglas
Si tu gato aún intenta meterse en tu cama, debes ser firme y constante en tus acciones. No permitas que tu gato duerma contigo bajo ningún concepto, incluso si maúlla, suplica o pone ojos tristes.
Cada vez que intente ocupar un lugar en tu cama, levántala y llévala a su lugar.
No le grites ni lo castigues físicamente, esto sólo empeorará la situación. Ten paciencia y perseverancia, con el tiempo el gato entenderá que no pertenece a tu cama.
Haz tu cama poco atractiva
Otra forma es hacer que tu cama no sea atractiva para tu gato. Puedes utilizar una variedad de repelentes de olores que repelen a los gatos, como frutas cítricas, lavanda, vinagre o pimienta.
Rocíe estos productos sobre la ropa de cama o la funda nórdica para disuadir a su gato de tumbarse allí. También puedes poner algo que cruje o resbale sobre la cama, como papel de aluminio o película.
Dale un poco de atención a tu gato
A veces los gatos se acuestan en la cama de su dueño porque están aburridos o quieren compañía. Por eso, es importante prestarle suficiente atención a tu gato, jugar con él, acariciarlo y hablarle.
Esto fortalecerá tu vínculo con tu mascota y hará que se sienta amado. Si estás ocupado o te vas a pasar la noche, puedes dejarle a tu gato algún juguete interesante que mantenga su atención y no permita que se aburra.
Anteriormente hablamos de los alimentos que los gatos no deben comer.