Una situación familiar es cuando el dueño va al baño o cierra la puerta del dormitorio antes de acostarse, dejando al gato afuera.
La mascota puede maullar debajo de las puertas durante mucho tiempo o comenzar a rascarlas. Según los científicos, el animal no lo hace porque le cause daño. Las razones son simples y claras.
Resulta que los gatos y gatitos se dejan llevar por el miedo, el instinto o el aburrimiento en este momento.
Por un lado, tienen miedo de quedarse solos, pero por otro, se sienten dueños de “su” territorio.
primero, miedo
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el animal puede estar ansioso y asustado. La razón puede ser los sonidos que escuchan los animales debido a su audición más universal.
Pueden sentirse amenazados y preguntarán al dueño o intentarán advertirle sobre problemas.
En segundo lugar, el territorio
En opinión de un gato, su apartamento es su hábitat. Esencialmente propiedad de gatos.
La mascota considera importante para sí misma inspeccionar la propiedad y tener libre acceso a todos los lugares apartados o favoritos en el momento que más le convenga.
En tercer lugar, el aburrimiento
No se puede descartar que el gato simplemente se aburra de repente.
Y no debes esperar que después de abrir la puerta, la mascota entre a la habitación. Sucede que un gato se sienta frente a una puerta abierta y luego camina en la dirección opuesta.
Los expertos creen que el gesto debe considerarse como una invitación al animal a estar en su compañía.
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