Los dueños de gatos tienen dificultades por las noches porque sus mascotas duermen sobre sus patas.
Como no quieren molestar al gato, algunos continúan durmiendo en una posición incómoda.
Los expertos han nombrado los principales motivos que obligan a un gato a tumbarse en esta parte de la cama.
En primer lugar, a pesar de que los gatos son depredadores por naturaleza, a ellos mismos les gusta sentirse seguros. Este es el principal motivo que obliga a un gato a dormir de pie.
En segundo lugar, los gatos se acostumbran a sus dueños y saben que aquí los molestarán menos que si duermen junto a ellos o más cerca de la almohada.
En tercer lugar, el animal necesita sentir a su dueño y su olfato. Pero al mismo tiempo, el gato intenta mantener la distancia para mantener su espacio personal y no molestar a la persona.
Y, por supuesto, no debemos olvidarnos de los olores.
A una mascota le puede gustar más un olor y otro menos. Por tanto, en distintos momentos el animal puede dormir en distintos lugares.
También se ha observado que ante el frío, los gatos buscan un lugar más cálido. En este caso, pueden volver a acercarse.
Anteriormente hablamos de por qué un perro puede lamer a una persona.