Si todo está bien con el animal (en términos de salud), entonces no demostrará agresión hacia su dueño.
Esto no es sorprendente, porque el ronroneo probablemente siente afecto por ti y trata a todos los que viven en la casa con ella como a su familia (paquete).
Pero esto no evitará que el gato muestre un comportamiento agresivo cuando aparezcan invitados en la puerta.
Para un gato, sus familiares o amigos son extraños, y ese comportamiento en tales situaciones es bastante natural.
Al ver cómo un gato se esponja el pelaje, tensa el lomo y silba a los extraños, muchos dueños se apresuran a calmar al animal acariciándolo u ofreciéndole golosinas.
Este es su principal error, porque de esta forma sólo refuerzan el comportamiento no deseado de su mascota.
Debido a esto, el gato pensará que así es como debe saludar a todos los invitados, y la próxima vez puede estar aún más enojado.
Por tanto, la mejor solución sería llevar a tu mascota a otra habitación y dejarla allí, cerrando la puerta detrás de ti.
Cuando el gato se calme y recupere el sentido, actúe como si nada especial hubiera pasado entre ustedes.