No a todos los perros les encanta pasear por la calle; algunos perros guardianes simplemente tienen miedo de salir de su acogedor hogar.
Hay muchas razones para esto: la edad del animal, enfermedad, falta de socialización, trauma psicológico, sistema nervioso inestable, condiciones climáticas, equipo incómodo y mucho más.
Por tanto, lo primero que debe hacer el dueño del perro es averiguar el motivo por el que se niega a salir a pasear.
No debes arrastrar a tu perro afuera a la fuerza si se siente mal o hace mal tiempo afuera. Tal paseo no le brindará placer ni a usted ni a su mascota, y esto solo aumentará el miedo a la calle.
Si la mascota no quiere salir a caminar, la irritabilidad y la ira son impotentes. Intente reemplazarlos con amor, cuidado y comprensión.
Asegúrese de que el collar, la ropa, los zapatos y otros accesorios no causen molestias a su mascota.
También sería una buena idea consultar a un veterinario. Si el perro se sobreexcita fácilmente y muestra signos de nerviosismo por nimiedades, es posible que necesite sedantes, pero la decisión final aún depende de un especialista.
Por último, no le restes importancia a la conversación, los ánimos, los elogios y, por supuesto, las golosinas. Rodeado de tanta atención, el perro se sentirá mucho más seguro.