Entre los perros que suelen clasificarse como perros de pelea se encuentran aquellos que fueron criados especialmente para las peleas de perros.
Estos incluyen bullmastiff, bulldog americano, pitbull terrier, dóberman, rottweiler y otros.
A pesar de que con solo leer esta lista se te pondrá la piel de gallina, nos apresuramos a tranquilizarte: los cuidadores de perros profesionales ni siquiera utilizan el término "perros de pelea" o "de pelea".
El caso es que al criar estas razas, la gente tenía como objetivo obtener ciertas cualidades físicas de los animales, lo cual, hay que admitirlo, lo lograron al 100%.
Pero el temperamento de un perro es, ante todo, una cuestión de educación, no de genética.
Estos perros se volvieron enojados y agresivos debido a cierta educación y trato hacia ellos por parte de sus dueños.
Si su objetivo es convertir a su bull terrier en una niñera cariñosa, tenga la seguridad de que con la ayuda de una formación adecuada definitivamente podrá hacerlo.
Y, finalmente, la psique de un perro (sin importar la raza) puede verse paralizada por el trato cruel por parte de una persona, y entonces incluso un pequeño toy terrier se volverá peligroso.
