Los gatos son criaturas sociales y, a veces, también comunicativas. Sucede que algunas mascotas comienzan a responder maullando a las palabras del dueño.
El hecho es que las mascotas reconocen voces y entienden cuando su dueño les habla.
Para ello, basta con hablar con claridad y no en voz muy baja.
Por ejemplo, al escuchar una voz, un animal puede acercarse a su dueño, maullar o incluso encontrarlo en la casa. Pero hay que recordar que un gato no siempre es capaz de entablar un diálogo tan interesante con una persona.
Hay que tener en cuenta que, como han afirmado los científicos, de media la mayoría de las mascotas entienden sólo unas 30 palabras.
Una mascota puede confiar en palabras de comando familiares: comer, caminar, dormir, etc.
Al mismo tiempo, los expertos también señalan que puede que ni siquiera sea una palabra directa, sino algo parecido a una orden.
Por ejemplo, el dueño puede plantear una pregunta sobre comida y preguntar si la mascota está saciada y alimentada.