A veces los dueños de perros notan que su mascota está caída y no muestra interés ni siquiera por su pelota favorita, negándose a salir a caminar.
Averigüemos por qué un perro puede estar de mal humor.
En primer lugar, no debemos olvidar que nuestros amigos de cuatro patas tienen un fuerte vínculo con su dueño y son capaces de captar sus emociones.
Por lo tanto, si estás triste, no deberías sorprenderte por la mirada triste del perro, simplemente refleja tu estado de ánimo.
El estado de ánimo del perro puede empeorar incluso si quisiera conocer, por ejemplo, una nueva mascota que apareció en la casa de los vecinos, pero mostró agresión y, en lugar del procedimiento habitual de olfateo, se produjo una escaramuza. Definitivamente aquí no hay tiempo para divertirse.
Los cambios emocionales son algo común en aquellos perros que se encuentran en la fase de crecimiento activo o “época de apareamiento”, lo que se explica por un aumento en la cantidad de hormonas.
Y las colas de caballo no son menos susceptibles a las fluctuaciones estacionales que los humanos. Los animales que dependen del clima reaccionan al aumento de presión, tormentas magnéticas y otras perturbaciones.
Finalmente, el motivo de la tristeza puede explicarse por una alteración en el horario habitual del perro, por ejemplo, cuando el dueño se olvidó de alimentar a la mascota o pospuso el paseo para más tarde.