Si a tu gato no le gusta que lo acaricies, no significa que no le agrades.
Te explicamos por qué algunos gatos categóricamente no se dejan acariciar.
¿Por qué mi gato no me deja acariciarlo?
Puede haber varias razones para este comportamiento.
Lo más probable es que el gato esté poco socializado o haya tenido una experiencia extremadamente negativa con los humanos.
La raza también juega un papel importante. Si tienes un gato siamés o británico, no debería sorprenderte que no siempre se deje acariciar.
La enfermedad también puede ser la causa. Si tu mascota de repente comienza a evitarte, lo más probable es que esté enfermo, debes contactar a un veterinario.