La ayuda que los perros brindan a sus dueños, aunque no siempre se nota, es increíblemente valiosa.
Así, según estudios recientes, los amigos de cuatro patas de una persona le ayudan a afrontar el estrés y mejorar su salud mental.
Al acariciar a un animal, el nivel de cortisol de una persona, es decir, la hormona del estrés, disminuye.
Y si no solo acaricias a tu mascota, sino que también juegas con ella y dedicas tiempo a enseñarle órdenes, el nivel de la hormona del amor, la oxitocina, crece a pasos agigantados.
Además, los perros son nuestros ayudantes cuando se trata del trastorno de estrés postraumático.
Los científicos pudieron establecer que después de dicha terapia, rodeados de mascotas, los síntomas de la mayoría de los pacientes disminuyeron y algunos de ellos lograron reducir la cantidad de medicamentos que tomaban.
Además, las mascotas necesitan paseos diarios, lo que, a su vez, significa que cada día el dueño del perro tiene la oportunidad de respirar aire fresco y "incrementar" su actividad física, lo quiera o no.
A su vez, los paseos al aire libre aportan beneficios para la salud, además de aportar energía y levantar el ánimo.