El lenguaje de los animales es incomprensible para los humanos y no hay perspectivas de que algún día sea descifrado. Sin embargo, los científicos no se desaniman.
Las investigaciones han demostrado que existen formas para que una persona se comunique con un gato, permitiéndole encontrar un lenguaje común dentro de los límites de lo posible y aprender a entenderse.
Los expertos consideran que el punto de partida son las señales visuales y bimodales.
En otras palabras, los gatos son capaces de sacar conclusiones de los gestos y sonidos que hace una persona.
Los científicos participaron en su trabajo con 12 gatos de entre 3 y 7 años. Se trataba de gatos y gatas domésticos, esterilizados y castrados.
Los animales fueron probados en su entorno habitual en presencia de dos personas, una de las cuales grabó las acciones y permaneció inmóvil.
Al principio, los gatos se alimentaban dándoles diversas señales, con las manos, la voz, los ojos, etc. A continuación, los científicos compararon las diferentes reacciones de los animales.
Al final resultó que, la mayoría de las veces las mascotas reaccionaron moviendo la cola, y esta fue la única reacción al hecho de que el dueño no se comunicó en absoluto con el animal o lo llamó con una voz.
Los científicos han llegado a la conclusión de que este movimiento de la cola es evidencia de frustración. Un gato puede reaccionar ante una persona de tal manera que está en la misma habitación que ella, pero no le presta ninguna atención.
Para que una persona se haga amiga de una mascota y encuentre un lenguaje común, los científicos recomiendan utilizar no solo comandos de voz, sino también gestos.