Cuando un perro lame a su dueño, nadie tiene dudas sobre su comportamiento.
Mucho más extraño parece ser el gesto de los gatos que empiezan a lamer las manos o el pelo de sus dueños. No muchos dueños de gatos saben cómo responder adecuadamente a tal gesto.
Higiene del gato
Es raro que un gato esté imbuido de tal cuidado por su dueño. Más a menudo, estas criaturas se preocupan por su piel y son indiferentes a lo limpia y ordenada que esté una persona.
Se lamen varias veces al día. Así los animales se ocupan de la limpieza, alivian el estrés o simplemente no tienen nada que hacer.
Es normal que un gato empiece a lamer a otro. Así se manifiesta el instinto maternal. A veces el perro se convierte en objeto de atención.
Relación con el propietario
Sólo que cuando llega el momento en que los gatos empiezan a lamer las manos del dueño, no todos pueden soportarlo.
Los animales tienen una lengua como papel de lija y esa gratitud es más una tortura que un placer.
Pero los expertos aconsejan tener paciencia, porque el gato no empezará a lamer al dueño así como así. Como regla general, en este momento el animal está relajado y se siente seguro.
Y este gesto no significa más que un intento de entablar amistad o fortalecer las relaciones con el propietario. Además, un gato puede decidir realizar tal acto si sólo quiere llamar la atención.