Muchos dueños de mascotas, cuya dieta se compone exclusivamente de alimentos vegetales, se esfuerzan por acostumbrar a sus mascotas a ellos.
Los defensores de este enfoque creen que el vegetarianismo felino tiene muchas ventajas.
Por ejemplo, en este caso el animal no recibe alimento, que suele estar elaborado con carne de baja calidad y muy procesada.
Además, el riesgo de obesidad se reduce al abandonar una dieta excesivamente rica en calorías y grasas. Además, un menú vegano minimiza la aparición de cáncer y problemas con el sistema cardiovascular en el gato.
Sin embargo, no se debe hacer la vista gorda ante las consecuencias negativas de dicha dieta.
En primer lugar, recordemos que los gatos son por naturaleza depredadores obligados. Esto significa que obtienen todos sus nutrientes de la carne.
Además, el cuerpo del gato no produce el aminoácido taurina, sin el cual los animales pueden experimentar problemas de embarazo, ceguera y predisposición a enfermedades infecciosas.
Además, las proteínas vegetales ejercen una gran presión sobre los riñones. El resultado es insuficiencia renal, urolitiasis y otras dolencias.
Por lo tanto, si está pensando en hacer que su gato sea vegetariano, en primer lugar debe consultar a un veterinario; esta dieta solo está permitida para animales absolutamente sanos.
El especialista debe crear una dieta natural basada en plantas o recomendar comida vegana de alta calidad, así como los suplementos que necesita el gato.
Esté preparado para el hecho de que un gato vegano activo, sano y feliz es muy caro y problemático.