Por naturaleza, los gatos son cazadores dispuestos a perseguir incansablemente cualquier cosa que se mueva.
A pesar de que normalmente los objetos que despiertan mayor interés en un gato son los roedores, los gatos con barbas y los insectos no desdeñan.
En este sentido, surge una pregunta razonable: ¿vale la pena prevenir tal comportamiento?
Hablamos, en concreto, de las cucarachas, ya que son una de las plagas domésticas más habituales.
El interés de los gatos en este caso se explica fácilmente: estos insectos son ricos en proteínas, por lo que los gatos los tratan como un plato muy apetitoso.
Sin embargo, incluir este tipo de golosinas en la dieta de un gato puede tener consecuencias nefastas.
En primer lugar, las cucarachas tienen un exoesqueleto duro que un gato no puede digerir. El resultado es indigestión y vómitos.
En segundo lugar, estos parásitos están expuestos a los insecticidas, por lo que un gato que ha comido una cucaracha que ha estado en contacto con pesticidas corre el riesgo de sufrir una intoxicación secundaria.
Y en tercer lugar, las cucarachas son portadoras de muchas enfermedades que pueden transmitirse a tu mascota. En este sentido, si encuentras bigotes rondando por tu cocina, debes tomar medidas para eliminarlos lo antes posible.