Las garrapatas de los gatos son portadoras de numerosas enfermedades, entre ellas la enfermedad de Lyme, ehrlichiosis, anaplasmosis, hepatozoonosis y babesiosis.
Su tratamiento es complejo y prolongado, pudiendo en algunos casos incluso provocar la muerte de la mascota.
Por eso, tan pronto como encuentre una garrapata, debe eliminarla lo más rápido posible: cuanto más corto sea el período de alimentación, menor será la probabilidad de infección.
La forma más sencilla es utilizar un gancho especial o pinzas de plástico; estos dispositivos se pueden comprar en una tienda de mascotas.
Además, se pueden utilizar aerosoles de vapor insecticidas para eliminar el parásito.
El objetivo debe ser la eliminación completa de la garrapata: a menudo se desarrolla un pequeño absceso en el lugar donde permanece la cabeza del artrópodo, que a veces requiere intervención quirúrgica.
Importante: antes de comenzar la operación, asegúrese de usar guantes para no infectarse.
Si no tienes guantes a mano, unas bolsas normales te servirán.