Un gato aburrido hará cualquier cosa para llamar tu atención.
Por tanto, la primera señal de que un animal está aburrido es su comportamiento “hooligan”, que puede sufrir cualquier cosa que quede a la vista: ya sea un montón de papeles, una taza dejada sobre la mesa o una maceta.
Otro síntoma del aburrimiento de los gatos es rascar muebles y alfombras. En este caso, lo más probable es que la mascota esté cansada del rascador que tiene a su disposición y esté buscando una forma de diversificar su tiempo de ocio.
Además, el gato puede encontrar nuevos entretenimientos en visitas periódicas al frigorífico.
Hay otro extremo: la huelga de hambre, que, lamentablemente, se observa a menudo en mascotas que se ven obligadas a permanecer encerradas durante días sin poder derrochar energía y emociones.
Finalmente, otra señal que debería hacerte desconfiar es cuando tu gato se lame el vientre hasta dejar la piel desnuda.
Este comportamiento puede ser una señal de que el gatito está aburrido, pero también puede indicar una alergia, estrés severo u otra enfermedad peligrosa.
En cualquier caso, si encuentras alguno de los signos mencionados anteriormente en tu amigo de cuatro patas, deberás empezar a prestarle más atención y, si es necesario, acudir a un especialista.
