A pesar de su actitud inequívoca hacia el agua, los gatos a veces se meten en un cuenco u otro recipiente con agua o tocan el agua con las patas y, a veces, se van a dormir en el fregadero.
Según los expertos, el comportamiento extraño puede explicarse fácilmente por los instintos de los representantes de la familia de los gatos.
La forma más sencilla de explicar estas rarezas es el deseo de comprobar el nivel de profundidad. Pero hay otras razones.
1. Por precaución
Los gatos y la precaución son dos conceptos inseparables. Incluso cuando un animal va al baño, quiere sentirse completamente seguro. Si un gato vive en una casa con otras mascotas, entonces se puede tener precaución en todo, incluso en el deseo de beber agua.
2. Posición del cuenco
Quizás al gato no le guste la posición del cuenco. Probablemente le resulte incómodo beber y entonces puede empezar a lamer el agua de su pata, intentar mover el recipiente o simplemente salpicar el agua si el recipiente está sucio.
3. Juego
A pesar de su relación con el agua, los gatos son juguetones y, en general, muy curiosos. Pueden observar el agua, y si la mascota tiene un carácter juguetón, es muy posible que, mientras juega, comience a tocar el agua con las patas.
Y, por último, existe la opinión de que los gatos no beben agua de cuerpos de agua estancados, sino sólo de ríos y otras fuentes limpias. Es posible que sea el instinto el que obligue a la mascota a poner en movimiento el agua antes de beber.
