Los científicos han llegado a la conclusión de que las mascotas tienen cierta influencia en el sueño de sus dueños.
Y no importa si es un gato o un perro. Pueden aliviar la ansiedad y la depresión, pero al mismo tiempo alterar sus patrones de sueño. Estas son las conclusiones a las que llegaron los expertos.
Se cree que los perros y gatos pueden dar a sus dueños una sensación de comodidad y seguridad mientras duermen. Como resultado, el nivel de ansiedad disminuye, lo que significa que aumenta la resistencia a situaciones estresantes y disminuye el riesgo de desarrollar depresión.
Por otro lado, las mascotas perturban periódicamente el sueño, haciendo que el descanso nocturno sea de menor calidad.
Los investigadores de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EE. UU. llegaron a estas conclusiones. ¿Qué descubrieron los científicos?
Resulta que los dueños de perros tenían más probabilidades de experimentar trastornos del sueño.
A los gatos les molestan los espasmos involuntarios de las extremidades.
Los científicos aún no han establecido si los animales que duermen cerca son los culpables de esto.
Según los resultados de estudios anteriores, se encontró que las alteraciones del sueño humano pueden estar asociadas con la actividad nocturna de los animales.
Pero luego no se tuvieron en cuenta los datos sobre dónde dormían los animales.
Mientras tanto, los científicos no recomiendan a las personas propensas a enfermedades frecuentes que duerman con sus mascotas para que las alteraciones del sueño no agraven las dolencias existentes.
