La elección y compra de un juguete para un perro debe tomarse con responsabilidad, casi igual que cuando se compra un juguete para un niño.
Esto no es en absoluto un lujo, como mucha gente piensa, sino algo necesario que alegrará la vida cotidiana del perro mientras el dueño no está en casa. Simplemente es importante no equivocarse con su elección.
Además del hecho de que el juguete debería interesar a la mascota, es necesario prestar atención a dos puntos importantes.
La seguridad es lo primero
Vale la pena considerar las características físicas de tu amigo de cuatro patas. Un perro grande no necesita juguetes pequeños: se los tragará. Si el juguete está equipado con un "chirriador", no se excluye que, por curiosidad, el perro pueda dañar el objeto en busca de la fuente del sonido. En este caso se comerán trozos pequeños.
No debe haber piezas pequeñas en el producto. El perro los arrancará de un mordisco y se los tragará el primer día.
Los juguetes de peluche tampoco son adecuados, porque si el caparazón está dañado, el perro seguramente llegará al relleno.
Material y forma
Más a menudo eligen juguetes hechos de goma gruesa, que no es tan fácil de masticar. Puedes elegir una bola, anillos, discos o huesos.
Esté preparado para que los juguetes comestibles solo duren un par de horas para un perro adulto. Además, hay que tener en cuenta que el animal querrá sacar el producto al exterior.
Los más prácticos son los productos con superficie irregular que masajean las encías y ayudan a mantener los dientes sanos.
Y no debes esperar que el juguete dure mucho tiempo. Es posible que tengas que realizar compras todos los meses.