Si castigas incorrectamente a tu gato por su mal comportamiento, es posible que empiece a comportarse aún peor.
Te contamos qué métodos de castigo a los gatos son aceptables y cuáles no.
Cómo castigar a los gatos y cómo no hacerlo
En primer lugar, el gato debe ser castigado de manera oportuna: ya un par de horas después de la infracción, es posible que la mascota no recuerde por qué lo castigan.
En segundo lugar, el castigo debe ser humano. El uso de la fuerza y los gritos están prohibidos; esto puede provocar un estrés severo en el gato, que hará aún más cosas.
Un comentario verbal hecho con voz severa pero tranquila es suficiente.
No tiene sentido gritarle al gato, tratar de inculcarle en la cabeza cómo no comportarse, es necesario mostrarle cómo comportarse correctamente.
Por ejemplo, si tu gato afila sus garras en los muebles, hazle o cómprale un rascador y enséñalo.
