Ningún dueño de gato se negaría a abrazar y abrazar a su mascota peluda.
Sin embargo, no todos los gatos son favorables a esta muestra de ternura; algunos ni siquiera aceptan que los acaricien.
Es bastante difícil comprender por qué sucede esto, porque este comportamiento puede deberse a muchas razones. Éstos son los más comunes entre ellos.
1. Si el animal rara vez fue manipulado cuando aún era un gatito, no fue socializado lo suficiente y de adulto no mostrará el deseo de pasar tiempo abrazando a su dueño.
2. Este motivo también está relacionado con la infancia de la mascota y radica en que el gatito tuvo que pasar por una mala experiencia al comunicarse con las personas.
3. Es posible que un gato no quiera que lo toquen si está enfermo. Aunque a veces sucede exactamente lo contrario: una mascota enferma busca contacto con su persona.
4. Las sensaciones dolorosas pueden surgir no sólo como resultado de una enfermedad, sino también de acciones humanas ineptas.
5. Es poco probable que manipulen a un gato estresado. Además, puede mostrar nerviosismo y agresión. Para mejorar la situación, primero encuentre la fuente del estrés y elimínelo.