Como sabes, el éxito del adiestramiento radica en si se consigue motivar al animal a seguir órdenes.
La motivación se puede expresar tanto en forma de atención como en forma de juego.
Sin embargo, recompensar con afecto o juego no siempre funciona, por lo que la mayoría de los dueños de perros utilizan golosinas como recompensa.
Pero también hay situaciones en las que una mascota puede desdeñar los bocados sabrosos. En este caso, existen 3 formas de solucionar la situación.
1. Intente dividir una comida completa en varias partes y úsela durante el entrenamiento; de esta manera, resulta que el perro recibirá su ración de comida durante el proceso de entrenamiento.
2. El método 50/50, como puedes adivinar por el nombre, consiste en dividir la dieta en dos partes iguales. Una mitad todavía debe colocarse en el recipiente como comida estándar, mientras que la otra mitad debe usarse para entrenar.
3. Por último, intenta utilizar como recompensa una golosina que le entusiasme a tu perro.
En este caso, el perro recibirá su ingesta diaria de alimento a través de un cuenco y tendrá que ganarse sabrosas golosinas adicionales durante el ejercicio.
