Muchos dueños de gatos creen que los productos lácteos, especialmente el queso, son muy beneficiosos para sus mascotas.
Sin embargo, esto no es más que un mito. Te explicamos por qué no debes alimentar a tu gato con queso.
¿Es posible darle queso a un gato?
Es posible, pero sólo ocasionalmente y en cantidades estrictamente limitadas.
Contrariamente a la creencia popular sobre los beneficios de los productos lácteos para los gatos, el sistema digestivo de la mayoría de ellos no tolera bien la lactosa.
Y un gato con alergia a la leche reaccionará mal incluso ante un pequeño trozo de queso.
Los síntomas de la alergia a la leche en los gatos incluyen: vómitos, diarrea, picazón/manchas rojas en la piel y caída del cabello.
Si tu gato presenta estos u otros síntomas inusuales después de comer queso, debes llevarlo al veterinario lo antes posible.