A veces, el dueño de un gato nota que la lengua de su mascota sobresale.
Parece gracioso, pero muchos empiezan a preocuparse si todo está bien con el animal. Y estos temores están justificados.
Cuando es simplemente divertido
Los gatos sanos sacan la lengua por varias razones. A veces simplemente se olvidan de chuparlo con la boca mientras lo lamen intensamente. El gato puede distraerse con algo en medio del proceso y la lengua quedará fuera. Esto a veces les sucede a las personas, cuando una persona está pensando mucho en algo, los músculos de la mandíbula se relajan y la punta de la lengua es visible desde la boca ligeramente abierta. Este fenómeno se puede observar a menudo en niños pequeños. El mismo mecanismo funciona en los tetrápodos.
Al igual que los perros, la lengua de los gatos es responsable de la termorregulación. Pero como este animal es menos móvil, rara vez se enfría de esta manera. Pero si tu mascota saca la lengua cuando hace calor, debes buscarle un lugar más fresco y darle agua. En condiciones de calor extremo, existe un alto riesgo de sufrir un golpe de calor.
También puedes notar la punta de la lengua de tu mascota durante períodos de fuerte excitación, por ejemplo, durante el apareamiento. Con menos frecuencia, se observa tal reacción durante la caza. Si un gato mira por la ventana y los pájaros vuelan cerca, puede maullar y sacar la punta de la lengua por sobreexcitación.
Además, este fenómeno puede ser consecuencia de la estructura especial de la mandíbula. Como regla general, los representantes de razas con un hocico aplanado, por ejemplo, los persas, suelen colgar la lengua.
Cuando es una señal de peligro
A veces, una lengua colgante es un síntoma de una enfermedad.
En caso de procesos inflamatorios en la cavidad bucal, el animal enfría las heridas ardientes y las zonas inflamadas.
Si tu gato respira con dificultad lo mejor es acudir al veterinario. Esto puede ser un signo de muchas enfermedades, desde un resfriado común hasta bronquitis y neumonía.
El cáncer oral también se acompaña de lengua protuberante. Además, el gato puede experimentar sangrado, enrojecimiento y aparición de úlceras.
Cuando la mandíbula está dislocada, se puede notar que la boca del animal no se cierra, la mandíbula está en un estado antinatural y aumenta la salivación.
Si un gato no solo saca la lengua, sino que también se niega a comer, tiene convulsiones, vómitos, deposiciones anormales y cambios de comportamiento, lo más probable es que se trate de una intoxicación.
Estos no son todos los síntomas y enfermedades en las que los gatos pueden sacar la lengua. Sólo un médico puede hacer un diagnóstico preciso. Si su gato parece sano y se comporta normalmente, no debe preocuparse. Pero cuando se observan cambios de comportamiento, la mascota se niega a comer, bebe mucha agua o, por el contrario, no bebe, tiene mala coordinación, pupilas dilatadas o cualquier otra desviación de la norma, esto es motivo de preocupación y póngase en contacto con un veterinario.