A menudo, las personas que deciden adoptar un gatito pequeño se quejan de que todas sus manos están cubiertas de arañazos de garras pequeñas pero afiladas.
Y esto no es sorprendente: a los depredadores domesticados les encanta atacar las manos y los pies del dueño.
Sin embargo, a menos que quieras convertirte en una presa, nunca juegues con tu gato con las manos.
Si el gato "niño" se acostumbra a estos juegos, no será fácil explicarle por qué hoy le permites voluntariamente rascarse y morder, y mañana estás enojado por la misma acción.
La regla principal es la coherencia.
Intenta transmitirle al animal que nunca debes ser mordido, ni siquiera en broma.
Las manos pueden ser reemplazadas por una gran cantidad de juguetes que se pueden encontrar en los estantes de las tiendas de mascotas, incluidos los que no son de contacto.
Si el gatito continúa corriendo detrás de ti y pisándote los talones, esto significa que la mascota está experimentando una falta de pasatiempo activo. En lugar de castigarlo, intenta darle más tiempo para quemar sus reservas de energía.