El hábito aparentemente inofensivo de alimentar a un gato con la mano puede convertirse en un problema grave.
Te explicamos por qué nunca debes enseñar a un gato a comer de tus manos.
Por qué no deberías alimentar a tu gato con la mano
La explicación es simple: habiéndose acostumbrado a comer con las manos, el gato comenzará a negarse a comer del cuenco.
Puede llegar al punto en que el gato se siente frente a un plato de comida y espere a que el dueño le dé de comer.
Y será muy difícil destetar a un gato de este comportamiento.
Por lo tanto, los veterinarios recomiendan encarecidamente enseñar a las mascotas a comer únicamente de un plato. Esto se aplica tanto a perros como a gatos.