Muchos veraneantes se mostrarán escépticos ante la propuesta de plantar tomates, como ajos o cebollas, antes del invierno.
Teniendo en cuenta que la siembra se lleva a cabo en campo abierto, muchos decidirán que la planta termofílica simplemente no crecerá. Pero esto es un error.
En realidad, esta es una forma alternativa de cultivar tomates. Puede hacerlo sin preocuparse por las plántulas y el método en sí no se considera innovador.
Cómo sembrar tomates antes del invierno.
No hay nada más fácil si el tiempo en noviembre es favorable. Lo principal es hacerlo antes de las primeras heladas.
1. Es necesario preparar agujeros de 15 a 20 cm de profundidad.
2. Coloca un tomate entero en cada uno.
3. Cubra con tierra y apisone ligeramente con tierra seca encima.
4. Luego cubra la cama con una capa de mantillo de al menos 15 centímetros de espesor. Puedes utilizar hojas secas y otros materiales.
No olvides cubrirlos con una red o algún otro medio para evitar que el viento se lleve la funda. Es importante que los tomates en el suelo no se congelen.
5. El mantillo se retira en la primavera, después de que la nieve se haya derretido y el suelo se haya calentado.
Cuando aparezcan las plántulas, no olvides protegerlas de las heladas recurrentes y los cambios de temperatura.
Los jardineros que practican este método afirman que los tomates cultivados con el método sin semillas son más resistentes al mal tiempo y a las enfermedades.