Tu parcela ya no podrá llamarse desierto: 3 plantas que allí florecerán, incluso las malas hierbas se marchitarán

27.02.2025 17:44

"¡Sólo tengo arena y piedras!" — se quejan los jardineros, mirando la triste parcela.

Pero los jardineros experimentados lo saben: incluso en tales condiciones, se puede crear un rincón floreciente.

Imagine un jardín donde las plantas no se marchitan bajo el sol abrasador y las piedras se convierten en parte del paisaje. Esto no es una fantasía: es una realidad si eliges la especie adecuada.

Lavanda
Foto: © Belnovosti

Estas plantas no sólo sobreviven, sino que prosperan de todos modos. El secreto es simple: están diseñados para condiciones extremas.

Sedum

Las hojas carnosas del sedum se asemejan a suculentas en miniatura y en verano están cubiertas de flores dispersas de color rosa, blanco o amarillo. Se trata de una planta pionera: es la primera en colonizar laderas rocosas y zonas arenosas y cálidas.

Cómprelo en un centro de jardinería, tome un esqueje de un vecino o pídaselo por Internet: el sedum siempre echará raíces. Crece durante décadas sin necesidad de replantar, no necesita riego y es resistente a las heladas.

Plántalo entre las rocas y olvídate de cuidarlo. Aclare las matas demasiado crecidas solo una vez cada pocos años.

Lavanda

Arbustos plateados con inflorescencias púrpuras convertirán cualquier rincón en un jardín mediterráneo. A la lavanda le encanta el sol y los suelos pobres: cuanto más calor hace, más brillante es su aroma.

Compre una plántula ya preparada o enraícela con un esqueje.

Lo principal es proporcionar drenaje: agregue piedra triturada al hoyo para que las raíces no se pudran. En primavera, pode los arbustos para que parezcan más frondosos y, en invierno, cúbralos con ramas de abeto.

Equinácea

Las flores brillantes y "espinosas" en tallos de un metro de largo son un verdadero milagro para los suelos pobres. La Equinácea florece de julio a septiembre, atrayendo mariposas y abejas.

Compre una plántula, cultívela a partir de semillas o divida un arbusto adulto.

No le teme al olvido a la hora de regar: incluso con un calor de 40 grados, las equináceas resistirán como soldados de servicio. Corte las flores marchitas para prolongar la floración y divida los arbustos cada 3 o 4 años.

Estas plantas son más que simples sobrevivientes. Demuestran que incluso en un terreno difícil es posible crear un jardín lleno de vida y color.
Elígelos y deja que tus vecinos te pregunten cómo lograste cultivar belleza entre las rocas.

Elena Shimanovskaya Autor: Elena Shimanovskaya Editor de recursos de Internet.


Contenido
  1. Sedum
  2. Lavanda
  3. Equinácea

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