La ralladura de naranja es simplemente insustituible para cualquiera que esté interesado en cultivar plantas de interior.
¿Por qué? La respuesta es sencilla: las cáscaras de cítricos son un producto eficaz para el control de plagas.
Este insecticida natural ayuda a salir victorioso en la lucha contra todo tipo de insectos. Las hormigas, las moscas y los ácaros no son una excepción.
Tenemos que agradecer al D-limoneno por esto.
Esta sustancia no sólo confiere a los cítricos su olor especial, sino que también combate eficazmente los insectos.
Para preparar un remedio eficaz para tratar con invitados no invitados, solo debe seguir tres pasos básicos.
1. Necesitarás 5 naranjas medianas, o mejor dicho, sus cáscaras. Colócalas en un cazo y añade un vaso de agua.
2. El siguiente paso debe ser hervir durante 15 minutos a fuego medio.
3. Espere a que el líquido se enfríe y llene la botella con atomizador. Todo está listo.
Los compuestos que estaban presentes en la piel de naranja hasta ese momento se disolverán en el agua.
Como resultado, podrás crear una mezcla que repele las plagas.
Utilice esta solución no sólo como insecticida para matar insectos, sino también como preventivo contra plagas. Para ello, basta con rociar periódicamente las hojas de las plantas.