En algunos jardines se pueden notar cosas extrañas a primera vista: bolsas de agua colgando de las ramas de los árboles.
No, esto no es una broma de nadie. Todo es serio Y los jardineros experimentados lo hacen intencionalmente, con un propósito específico.
Resulta que la bolsa de agua más común puede proteger las plantas de las plagas y ayudar a cuidarlas.

Todo es cuestión de los rayos del sol.
¿Cómo funciona? En primer lugar, estos paquetes de “agua” protegen el jardín de insectos, pájaros y animales.
El truco es que los rayos del sol que pasan a través del agua crean reflejos y resplandores que repelen las plagas.
El método más efectivo es contra moscas, avispas y algunas mariposas a las que les gusta poner huevos en las hojas.
Además, el resplandor puede asustar a las aves individuales que están devorando las frutas del jardín.
Es más, incluso los roedores y topos pueden ser repelidos de sus árboles por estas bolsas.
Estas bolsas también ayudan con la humedad cuando hace calor: cuando el agua que contienen se evapora, la humedad alrededor de la planta aumenta.
Cómo utilizar
A diferencia de los productos químicos, las bolsas de agua son absolutamente seguras para las abejas y otros insectos beneficiosos, así como para las plantas, los seres humanos y el suelo.
Pero para que el método funcione, debes cumplir las siguientes reglas:
– utilizar únicamente bolsas transparentes, la mejor opción son las de polietileno, que refractan fácilmente la luz;
– llenar las bolsas hasta la mitad con agua, de lo contrario una bolsa demasiado pesada puede romper la rama, mientras que una demasiado liviana no creará deslumbramiento;
– las bolsas deben colgarse a la altura de la corona: de esta manera difundirán la luz de manera más efectiva;
– el agua de las bolsas debe cambiarse cada pocas semanas – esto nos protegerá de la reproducción de insectos dentro de las bolsas.