Mientras algunos ahorran dinero para comprar materia orgánica, otros ya sembran sus canteros con una mezcla que convierte la arena en tierra negra y fértil.
La receta es sencilla: tres polvos asequibles que hacen verdaderos milagros con la tierra.
La harina de sangre es el primer ingrediente secreto. El producto procesado de la sangre animal satura el suelo con nitrógeno, estimulando el crecimiento de la vegetación. El fósforo y el potasio en la composición fortalecen las raíces, y el hierro y el zinc aumentan la inmunidad de las plantas.

Sólo 2 kg de este polvo provocarán un rápido desarrollo del cultivo dentro de una semana desde su aplicación.
La torta de mostaza es el segundo componente del “elixir de la fertilidad”.
Los restos de semillas de mostaza procesadas no solo aflojan el suelo, sino que también destruyen las larvas de plagas. Al descomponerse, la torta libera sustancias que suprimen las infecciones por hongos.
Añadiendo 3-4 kg de este producto por metro cuadrado se protege el cultivo de enfermedades sin necesidad de productos químicos.
La diatomita completa los tres primeros puestos. Las algas fosilizadas, molidas hasta convertirlas en polvo, actúan como un acondicionador de aire natural. El silicio en su composición acelera la maduración de los frutos y la estructura porosa retiene la humedad durante la sequía.
La diatomita literalmente empuja al grillo topo y al gusano alambre fuera del suelo, creando condiciones insoportables para su vida.
La mezcla se prepara en la proporción 2:3:2 (harina de sangre, torta de mostaza, tierra de diatomeas). Se añade durante la excavación: 2-3 vasos por metro cuadrado.
Después de sólo un mes, el suelo se oscurece, se vuelve desmenuzable y huele a tierra de bosque. Los pepinos y tomates en estos parterres rinden un 40% más de lo habitual y los cultivos de raíces crecen suaves y jugosos.
Un experimento con tres polvos cambia radicalmente la idea de los agroquímicos costosos.
Ahora incluso un jardinero novato puede conseguir lechos de tierra negra sin gastos ni esfuerzos innecesarios. Lo principal es mezclar, espolvorear y ver como la tierra cobra vida.