Cualquier residente de verano y jardinero quiere obtener de su terreno la mayor cosecha posible de pimientos grandes y jugosos.
El problema es que esa suerte no es tan fácil de lograr, porque no se limita simplemente al aterrizaje correcto.
Aquí el cuidado juega un papel importante, algunos de cuyos matices son desconocidos incluso para los residentes de verano experimentados.
Pero si sigues algunas reglas simples, lograrás lo que deseas. Pimienta del tamaño de un puño: esto es real.
Suelo
Se debe prestar especial atención a la preparación del suelo. Los pimientos necesitan un suelo suelto y fértil.
Antes de plantar, desenterrar las camas, agregar abono o humus y un poco de ceniza de madera (reducirá la acidez).
Importante: no debes plantar pimiento en un solo lugar durante dos años seguidos.
En este sentido, los mejores antecesores son las legumbres, las cebollas y las zanahorias.
Riego y fertilización
Los pimientos se deben regar con moderación pero constantemente.
Es mejor utilizar agua tibia y tratar de que la tierra no se seque.
A medida que la planta crece, agregue fertilizante nitrogenado.
Durante el periodo de floración y fructificación es recomendable abonar con potasio y fósforo para que los frutos se formen grandes.
Nunca vierta agua debajo de la raíz, de lo contrario la planta podría comenzar a pudrirse.
Riegue entre hileras o utilice riego por goteo.
formación de arbustos
Para obtener frutos grandes, el arbusto debe formarse correctamente:
– eliminar todos los brotes innecesarios y débiles;
– no dejar más de dos o tres tallos fuertes;
– retirar constantemente las hojas inferiores (para que el aire circule libremente).
Otros trucos
También vale la pena cubrir las camas con mantillo; de esta manera aseguraremos la retención de humedad y evitaremos el crecimiento de malezas.
En las primeras etapas de las plántulas, se puede recurrir a la ayuda de estimulantes del crecimiento.
Es recomendable plantar plantas polinizadoras (albahaca o capuchina) junto al pimiento para atraer insectos.