La primera cosecha de tubérculos la dan los rábanos. Esta verdura sin pretensiones no crea problemas, pero tampoco crece por sí sola.
Sólo aquellos que dominan los conceptos básicos de la tecnología agrícola pueden contar con una rica cosecha de rábanos.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online "BelNovosti", científica, agrónoma y paisajista, nos contó qué les gusta a los rábanos.
Los rábanos tienen los mismos requisitos que la mayoría de las hortalizas de raíz, pero también tienen sus propias preferencias individuales.
Trucos para cultivar rábanos
En primer lugar, a los rábanos les encanta el suelo ligero y transpirable.
Por lo tanto, es necesario preparar el lecho con antelación para no tener que aflojar la tierra innecesariamente más adelante. A la verdura no le gusta esto.
En suelo pesado la cosecha será pobre.
Pero el lecho de rábanos necesita ser cubierto con mantillo. Lo mejor es utilizar paja.
En segundo lugar, la alimentación y la aplicación activa de fertilizantes con énfasis en el nitrógeno solo lo arruina todo.
Tampoco es necesario añadir estiércol, humus, excrementos de pollo y otras materias orgánicas al suelo durante la siembra.
Gracias a esto crecerán las hojas superiores, no las raíces.
Si los frutos se cuajan, serán duros, fibrosos y huecos. Y todo esto se debe a la materia orgánica y al exceso de nitrógeno.
Sólo si el rábano no crece se puede añadir potasio y fósforo, pero no más tarde de que aparezcan 1-2 hojas.
Por ejemplo, puedes añadir monofosfato de potasio (7 g por cada 10 litros de agua) o aditivos complejos.
En tercer lugar, los rábanos deben protegerse, pero no del frío, sino del exceso de luz y de las altas temperaturas.
De lo contrario, la planta podría brotar.