Mucha gente cultiva cebollas en sus casas, pero no todos consiguen que las plantas que crecen en el alféizar de la ventana tengan plumas largas y uniformes.
Jardineros experimentados compartieron los secretos para obtener una cosecha de alta calidad en casa.
En primer lugar, prestan atención a la poda adecuada de las cebollas.
El secreto es que debes cortar la planta “hasta los hombros” o un tercio si tienes una cebolla de dos gérmenes.
Gracias a estas acciones, la planta germinará más rápidamente: la poda proporciona acceso al calor y al oxígeno.
Se activan los procesos metabólicos, lo que garantiza un crecimiento más intenso de la cebolla.
Los bulbos recortados forman plumas fuertes: no necesitan gastar energía intentando alcanzar el aire.
El segundo secreto es calentar las bombillas. Generalmente esto se hace antes de podar los bulbos.
El calentamiento se realiza con agua tibia (temperatura alrededor de 20-25 grados centígrados).
Dejamos los bulbos en esta agua durante una hora aproximadamente. Como resultado, la calidad del forzamiento mejora y la germinación se acelera.
No olvidemos que a las cebollas les encanta el agua tibia y responden a ella desarrollándose rápidamente.
La preparación del suelo también es importante en nuestro negocio.
Los jardineros experimentados mezclan tierra fértil de las parcelas, aserrín y turba en proporciones iguales para obtener una cosecha abundante.
Esta mezcla aporta a la planta los nutrientes que necesita y asegura la permeabilidad del aire.
Por cierto. Al plantar bulbos, no los plante demasiado profundo.