¿Gastas dinero en medicamentos caros, pero tus rosas aún se enferman? Resulta que la salvación está en tu refrigerador.
De las plagas
El ajo común que agregas a tu sopa puede ser un arma poderosa contra las plagas.
Picar 5-6 dientes, verter sobre ellos un litro de agua hirviendo, dejar reposar durante un día y rociar los arbustos.

Los pulgones y los ácaros desaparecerán en dos días y el olor repelerá incluso a las hormigas. Pero eso no es todo.
De enfermedades
Si tus rosas sufren de manchas negras, la leche te ayudará. Diluirlo con agua 1:10 y tratar las hojas: la grasa de la leche creará una película protectora y los lactobacilos suprimirán el hongo.
Estimulantes del crecimiento
Y para una floración exuberante, riegue los arbustos una vez al mes con agua con la adición de aceite de ricino (1 cucharadita por cada 5 litros). Las raíces recibirán una potente carga de microelementos y los cogollos crecerán más.
Pero hay otros secretos. Por ejemplo, las cáscaras de plátano enterradas cerca de las raíces saturarán el suelo con potasio.
Y los posos de café esparcidos alrededor de los arbustos ahuyentarán a los caracoles y harán que las flores sean más brillantes.
Si las rosas no crecen bien, pruebe un “cóctel”: 1 cucharada. yo. soda, 1 pastilla de aspirina y 1 cucharadita. amoniaco por 5 litros de agua. Rocíe una vez cada dos semanas para proteger contra enfermedades y acelerar el crecimiento.
Cuidado adecuado
Y no te olvides de la poda. Retire inmediatamente los brotes marchitos, cortándolos hasta la primera hoja sana. Esto estimula nuevos brotes.
Y si el arbusto es viejo, realice una poda rejuvenecedora: elimine todas las ramas que tengan más de tres años.
Y por último, ¡nunca riegues las rosas desde arriba! El agua en las hojas provoca hongos. Verter sólo en la raíz, preferiblemente por la mañana.