Los pulgones han cubierto tus rosas, pero ¿tienes miedo de envenenarlas con productos químicos?
Recoge el plátano antes de que brote.
Moler 10 hojas, verter sobre ellas un litro de agua hirviendo y dejar reposar toda la noche. Por la mañana, colar y añadir una cucharada de jabón líquido. Pulverizar los cogollos y los pulgones desaparecerán en 4 horas.

El secreto está en la mucosidad del plátano: envuelve las plagas privándolas de oxígeno.
Pero no recojas plantas del arcén de la carretera: los gases de escape harán que la infusión sea venenosa.
Si los pulgones regresan, coloque hojas frescas debajo de los arbustos: su olor ahuyentará a las nuevas colonias.
El plátano también trata las manchas negras en las hojas: límpialas con un paño empapado en la infusión. Simplemente no utilices plantas con flores: su polen atraerá a las hormigas.
Para las rosas con pétalos delicados, agregue una cucharada de aceite de oliva a la infusión: protegerá contra las quemaduras.
Si los pulgones han atacado las raíces, entierre el plátano triturado en el suelo: la descomposición liberará fitoncidas que ahuyentarán las plagas.
Para la prevención, rocíe los arbustos con una infusión fría (sin agua hirviendo) una vez al mes.
Si no tienes plátano, reemplázalo con hojas de uña de caballo: el efecto es el mismo.
Pero no trates las rosas durante el día: el sol cuajará la proteína convirtiéndola en moco y la solución quedará inútil. Y nunca mezcle la infusión con productos químicos: este grave error puede provocar quemaduras en las plantas.