Planificar la ubicación de árboles frutales y arbustos juega un papel clave en la creación de un jardín armonioso.
Los jardineros experimentados saben que la proximidad adecuada de los cultivos puede aumentar significativamente la productividad y facilitar el cuidado de las plantas.
Características de los cultivos.
La grosella negra es un arbusto de bayas sin pretensiones con un sistema de raíces superficial.
La planta forma la mayor parte de sus raíces en la capa superior del suelo a una profundidad de 25 a 40 centímetros. La cereza, por el contrario, tiene un sistema de raíces profundo, que penetra entre 1,5 y 2 metros de profundidad.
Compatibilidad de plantas
Debido a las diferentes profundidades de los sistemas de raíces, las grosellas negras y las cerezas pueden coexistir en el jardín.
Cuando se colocan correctamente, la competencia por los nutrientes entre cultivos es mínima. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos de los matices de dicho barrio.
Reglas de publicación
La distancia óptima entre cerezas y grosellas es de 2,5 a 3 metros. Este intervalo proporciona suficiente espacio para el desarrollo de los sistemas radiculares de ambos cultivos.
También es importante tener en cuenta la iluminación de la zona: las cerezas altas no deben oscurecer las grosellas.
Características del cuidado
Cuando se cultivan juntos, se requiere un enfoque más cuidadoso al regar y fertilizar.
Las grosellas necesitan riego regular, especialmente durante el período de formación de las bayas. Las cerezas son más resistentes a la sequía, por lo que conviene ajustar el régimen de riego a las necesidades de ambos cultivos.
Prevención de enfermedades
La proximidad de estas plantas requiere una mayor atención a la prevención de enfermedades fúngicas.
Para prevenir la propagación de enfermedades, se recomienda retirar rápidamente las hojas caídas y realizar podas sanitarias.
Beneficios vecinales
La colocación adecuada de cerezas y grosellas permite un uso eficiente del espacio del jardín.
Los sistemas de raíces de las plantas ubicados a diferentes profundidades no interfieren entre sí. Además, dicha proximidad ayuda a crear un microclima favorable para ambos cultivos.