El error que comete el 99% de los jardineros al regar sus plantas. ¿Y tú?

18.02.2025 09:48

¿Riegas tus plantas todos los días? ¡Basta! Este es el error más común que destruye más cultivos que la sequía.

Las raíces inundadas de agua dejan de respirar y se pudren. Pero ¿cómo determinar el punto medio?

La regla de las “dos falanges”: el secreto que los profesionales no te cuentan

Introduzca el dedo en el suelo hasta una profundidad de dos falanges. Si el suelo está húmedo, coloque la regadera en el suelo. La mayoría de las plantas prefieren “beber” raramente, pero en abundancia. Por ejemplo, los tomates necesitan ser regados una vez cada 5-7 días, pero 10 litros por arbusto. Este régimen obliga a las raíces a crecer más profundamente, haciendo que la planta sea resistente a la sequía. La excepción son las plántulas: se riegan cada 2-3 días, pero solo por la mañana, para que las hojas se sequen por la noche.

Regadera
Foto: © Belnovosti

Las hojas no son para el agua: cómo no convertir un huerto en un caldo de cultivo para enfermedades

Regar con “lluvia” es un camino directo al mildiú polvoroso. Las gotas sobre las hojas actúan como lentes, provocando quemaduras, y la humedad nocturna provoca hongos. Vierta siempre el agua en las raíces utilizando una regadera con pico estrecho. Haga una excepción con el repollo y la lechuga: se pueden rociar, pero sólo antes del amanecer.

Tecnologías para vagos: sensores de humedad y sistemas “inteligentes”

Si no confía en sus dedos, compre un sensor de humedad del suelo por 300 rublos. Póngalo en el suelo y le mostrará si es momento de regar. Otro truco: enterrar una maceta de barro con un agujero en el fondo junto a la planta. Llénelo con agua: ésta se filtrará lentamente, humedeciendo las raíces sin riesgo de regar en exceso. Este sistema se utilizaba en el Antiguo Egipto, ¿y todavía lleváis regaderas?

Regar con calor: cómo no matar las plantas en 5 minutos

Cuando hace calor, regar los parterres durante el día es como echar agua hirviendo sobre las raíces. El agua se evapora instantáneamente, creando un efecto sauna, y se forma una costra en el suelo que bloquea el acceso del oxígeno. Espere hasta el atardecer o levántese al amanecer. Si no tienes tiempo, cubre el suelo con paja: retendrá la humedad y reducirá la temperatura en las raíces.

Cuando el agua es veneno: cultivos que odian el riego

Las sandías, melones y calabazas acumulan azúcar sólo bajo estrés. Cuanto menos las riegues después de la floración, más dulces serán los frutos. El romero, el tomillo y la salvia generalmente prefieren la sequía. Sus raíces se pudren al más mínimo exceso de humedad.

Recuerda: entre las plantas hay “velocistas” y “corredores de maratón”, y tu tarea es no confundir sus necesidades.

Elena Shimanovskaya Autor: Elena Shimanovskaya Editor de recursos de Internet.


Contenido
  1. La regla de las “dos falanges”: el secreto que los profesionales no te cuentan
  2. Las hojas no son para el agua: cómo no convertir un huerto en un caldo de cultivo para enfermedades
  3. Tecnologías para vagos: sensores de humedad y sistemas “inteligentes”
  4. Regar con calor: cómo no matar las plantas en 5 minutos
  5. Cuando el agua es veneno: cultivos que odian el riego

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