Sucede que incluso con un cuidado aparentemente correcto de las frambuesas, los arbustos producen bayas pequeñas y ácidas.
Puede haber varias razones, incluidas las relacionadas con una variedad específica.
Pero a menudo incluso los más dulces decepcionan sólo porque se cometen errores en la alimentación, el riego y la poda.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación digital BelNovosti, agrónoma y paisajista, habló sobre las acciones que se deben tomar para obtener una cosecha realmente buena.
En primavera conviene retirar la cubierta de los arbustos e instalar enrejados para las variedades de verano.
Es importante aflojar constantemente la tierra, cubrir con mantillo, regar y alimentar las plantas de manera oportuna.
Igualmente importante es eliminar los brotes sobrantes: de esta manera evitamos el crecimiento de matorrales y reducimos el riesgo de enfermedades.
En cuanto a la alimentación, en primavera damos fertilizantes nitrogenados y nitrato de amonio para estimular el crecimiento de la frambuesa.
Si las hojas empiezan a ponerse amarillas, añade magnesio.
En la primera mitad del verano, no estará de más rociar la planta con una mezcla de amoniaco y jabón líquido.
Enriquezcamos el suelo con potasio utilizando ceniza de madera (seca o en forma de solución de ceniza).
La segunda mitad del verano se dedica a fertilizar con fertilizantes de potasio y fósforo, que fortalecen la inmunidad de las frambuesas y las bayas se vuelven más dulces.